El pasado viernes 26 de abril, nuestra escuela se convirtió en un hervidero de actividad y emoción, con una variedad de actividades diseñadas para entretener y estimular a todos los estudiantes. Desde las expresiones artísticas hasta los desafíos físicos, pasando por los ritmos contagiosos del baile y la competencia en los juegos de taca taca, la jornada fue un festín de diversión y camaradería.

En el corazón de cada viernes, la Educación Parvularia tuvo su turno. Desde el momento en que los alumnos entraron por las puertas de la escuela, fueron recibidos con calidez y entusiasmo por sus queridas tías, marcando el comienzo de una jornada única y llena de alegría.

Durante el recreo, el patio se transformó en un oasis de creatividad y movimiento, con oportunidades para explorar una variedad de actividades, desde la expresión artística con pinceles y pinturas hasta la destreza con el Hula-hoop (Hula-hula) y la construcción con bloques de lego gigantes. Y, por supuesto, no faltó la música y el baile, con ritmos que invitaron a todos a moverse y disfrutar.

Es importante recordar la importancia de asistir a clases, no solo para no perderse de estos momentos de felicidad y conexión, sino también para seguir cultivando el aprendizaje y el crecimiento personal en un entorno que valora tanto la diversión como el desarrollo académico y emocional de cada estudiante.